21 sept 2016

#21S #DíaMundialDelAlzheimer #ElValorDelCuidador



La figura del cuidador familiar de una persona con Alzheimer u otro tipo de demencia es, sin lugar a dudas, uno de los protagonistas principales y de mayor valor que aparecen en la atención a quien sufre directamente tanto la enfermedad como sus efectos. Con independencia de los cambios o mutaciones que experimenta la estructura familiar y que, previsiblemente, seguirá evolucionando, no puede obviarse el hecho de que la familia va a continuar siendo el principal oferente de cuidados, servicios y atenciones a las personas en situación de dependencia en general y de las afectadas por el Alzheimer u otro tipo de demencia en particular.

El Alzheimer es un problema global del que nadie está a salvo y del que la sociedad en su conjunto debería tomar conciencia con un triple propósito:
  • Prevenir la aparición de la enfermedad.
  • Actuar en los casos que ya han sido diagnosticados.
  • Paliar las consecuencias psicosociales, sanitarias y económicas que ocasionan la enfermedad de Alzheimer y otras demencias en pacientes, cuidadores, familias y sociedad.

La familia es en el 94% de los casos la responsable del cuidado de la persona con Alzheimer y la que sufre el efecto desintegrador de ésta. Dentro de la familia, es el cuidador principal el que suele soportar la sobrecarga física y emocional que la labor de cuidados conlleva. Este año, todo nuestro esfuerzo en el Día Mundial del Alzheimer queremos centrarlo en el valor de la labor de cuidados, en el valor del cuidador, el gran olvidado en la batalla contra las consecuencias de la enfermedad de Alzheimer.

Nuestro propósito es aportar todo el conocimiento y experiencia acumulado a lo largo de más de 25 años en la mejora de calidad de vida de todos los afectados por la enfermedad y, en ese propósito, este año formulamos una serie de propuestas relacionadas con tres objetivos fundamentales:
  • Garantizar el mejor de los cuidados en el entorno familiar.
  • Garantizar que los cuidados tengan como centro a la persona.
  • Garantizar la normalización de la labor de cuidados.